domingo, 25 de noviembre de 2007

Basura Gris

Últimamente no he tenido tiempo de escribir; o ánimos, a más verdad. He dejado las yemas estilográficas en el cajón, hinchándose en hibernación, esperando a que pase la tempestad de evaluaciones y se abra un dulce sol entre nubes de vagancia irresponsable.
Pero bueno, la sangre llama a la sangre, y la tinta por igual.

Hay que echarse un par de lingotazos de vez en cuando. De tinta, digo.

El hecho es que, durante este periodo de inactividad "escrituril", he descubierto un par de grilletes abrazados a mis muñecas. Creo que he estado cerrada en banda a escribir de forma impulsiva y sin estilo, resultando en pueriles críticas a la sociedad con base a mis estrechas percepciones, por no decir de las grandes variaciones en la calidad de lo que suelo escupir a la pantalla. Podría disculparse con la vehemencia e indecisión adolescente, pero creo que es más bien dejadez.

Señores (redoble de tambores): Juliette. Dejada, compulsiva, impúdica.
Ignominia en estado puro en paquetes de 1,99. Con filtro.


Sin embargo, sólo soy una víctima. Mis chapuceos son producto de mi irremediable irresponsabilidad (impuesta por la presión social, por supuesto). Debería de ser más responsable. Debería de lavar los platos con delantal y tirar a la basura mis libros de Bukowski y Baudelaire. En cambio, ¿qué hago? Fumo, leo poesía, y trasiego un poco de vino blanco cuando siento que no digiero bien los mensajes literarios.
Y eso que no salgo apenas y no conozco ningún buen bar de jazz, porque en ese caso.... (cejas se arquean)

¡Qué pensamientos impúdicos, pequeña! ¡Ala, a rezar 6 ave marías en nombre de Rajoy!

Además eso. Cada vez que camino por la calle, me convenzo más que gente es subnormal.
Creo que es culpa de la televisión (de la que me convenzo cada día que difunde mensajes cada vez más primarios y en presentaciones más infantiles)

Otra vez las críticas infantiles a la sociedad que me rodea.

¡¿Por qué?! Quiero ser normal. ¡Quiero disfrutar de escenas de matrimonio y aplaudir cada vez que un lider político acaba una secuencia de gruñidos incoherentes!

Todo ésto me ha llevado al borde de la desesperación. No vereís: he considerado utilizar bailarinas y unirme a un partido político o una ONG (tranquilos, tenía tabaco cerca y he podido pensar las cosas con lucidez).
Pero he encontrado una solución: voy a aspirar mi escasa materia gris con una aspiradora. Voy a introducir la boquilla por uno de mis orificios nasales y voy a succionar todo el contenido que invade mi tranquilidad.

Y por la taza para abajo, mutatis mutandis si se tercia.

1 comentario:

Raúl Retana dijo...

No creo que tu no seas normal. Los que no son normales son ellos,que se guían por el dinero. Me hace gracia lo de escenas de matrimonio, yo tampoco lo soporto.
Un Saludo