sábado, 1 de diciembre de 2007

Esperando por Hermes

Un Despertar
El despertar es siempre fetal. No importa el formato en el que se ofrezca ni el lugar en el que ocurra; siempre se empieza por un instante, un respiro, un latido, un microsegundo -un haz de vida- en el que se duda. La mente está en blanco y, de repente, se empieza a sentir.
Se vuelve a nacer.
Hoy volví a nacer. Estaba en paz, orgánica en mi totalidad. Caminé descalza hasta la cocina, sin importarme las porquerías e inmundicias de por medio. Sentí paz. Abrí la ventana y cerré los ojos ante un inusitado sol invernal que calentó mi ser hasta despertar los pelillos de mi nuca. Mis pies se curvaron e intentaron, desesperados, hacerme alcanzar al sol. Nací y crecí.
Fué inspirador.

Una Tarde
Fumando, cual carretera a andadas antes de las fiestas, empecé a estirar mecánicamente los hilachos que colgaban de la punta de mi bufanda. Sumida en un comienzo de estrés, reflexionaba del trabajo que se me iba sumando mientras iba restándose el corto fin de semana.
Una copa de vino blanco y un par de pitillos después, atendí a prestar unas notas a una compañera de clase.
Con medio cerebro dormido, una cara de pocos amigos y un cigarrillo en la comisura de la boca, negocié el traspaso de notas con cordialidad pero sin las sonrisas virginales y tonillo dulzón que acostumbro tener.
Volviendo, claramente perdidas todas las posibilidades de recobrar mi estado fetal mañanero, busqué melodias en el rastrillo de la esquina. Me llevé a casa un Garcilaso que me brindará más compañía y amor que muchas charlas de cafetería.

PD: Definitivamente me estoy ablandando.

2 comentarios:

Raúl Retana dijo...

Juju. Así que Garcilaso... prototipo de caballero, y muerte en guerra por mal de amores. :)
Un Saludo

Juliette dijo...

Bueno, más que caballeroso diría que soporífero.
Al final largué una despedida prematura del de carne (y recalco lo de carne), quedándome con el de papel (fue un duelo indiscutible).
C´est la vie...
Saludos!!